lunes, septiembre 10


Quiero sentir sus brazos al rededor de mi cuerpo, quiero sentirme protegida por el, poder sentir que entre sus brazos no hay peligro posible... Que somos el y yo, no existe mundo, ni continente, ni país, ni océano que nos separe, que me ame. Quiero que me mire con sus profundos ojos azules casi verde agua y que pueda notar en su mirada que me quiere a su lado, no quiero sentir mas dolor, quiero que su sonrisa mate toda la depresión que hay en mi, quiero sentir sus labios sobre los míos, quiero ser suya y que el sea mío, uno los dos... Por siempre. Me gustaría sentir su perfume antes de salir a dar una vuelta en su coche, deseo con todas mis fuerzas poder jugar con sus cabellos alborotados mientras ambos yacemos en un parque, quiero oír el sonido de su risa a causa de algún chiste malo de mi parte. Disfrutaría verlo mirar fútbol o su reality favorito frente al televisor. Desearía experimentar una fuerte discusión, ver como sus ojos se llenan de ira y sus puños de impotencia... Y luego la reconciliación, volverlo a ver después de una noche de llanto y tristeza, que aparezca en la puerta de casa con sus pequeños ojos de cachorrito y una sonrisa de tregua, poder abrazarlo para poder sentirme viva de nuevo. Moriría si escuchara un te amo de su boca, mis ojos se llenarían de lagrimas y no quisiera dejarlo ir nunca, me convertiría inmediatamente en la mujer mas feliz de la galaxia entera, podríamos ser el y yo... Por siempre, si tan solo me lo permitiría le podría demostrar que lo amo con cada partícula de mi ser, se podría enterar de que soy suya, y tal vez el me daría la oportunidad de que sea mío. Podría sonreír sobre sus labios, o acariciar su espalda mientras concilia el sueño, estaría ahí cuando se sintiera mal físicamente y también cuando le doliera el alma. Podría sanar todas sus heridas y el las mía, me ayudaría a poder vivir sin tristeza en mi ser, seriamos felices. No habría angustia ni culpa, solo alegría con una mezcla de sensatez, quisiera vivir entre el calor de sus brazos para nunca dejarlo ir, para que nunca me abandone, podríamos tener el mundo en nuestras manos... Y tal vez en un futuro llegaríamos a dejar descendencia en este mundo, podría llevar un pedazo de el, de vida en mi ser. Pelearíamos noche y día por el nombre y por la decoración de su cuarto... Tendríamos miedo y leeríamos montones de libros sobre paternidad para sacar las dudas. Nos reiríamos años después comprobando que hay cosas que no se aprenden en libros sino en la vida, nos amaríamos hasta el final de nuestras vidas, seriamos felices, si me diera la oportunidad. 
Soy tuya.

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